“La madera es y será protagonista en resolver la problemática de construcción en el mundo”

Publicado el 01-12-2022

Entrevista en extenso a Cristian Barría, Investigador principal área Aserraderos de Bioforest, el centro de investigación y desarrollo de Arauco, orientado a mejorar los recursos forestales.

Bioforest tiene como misión investigar, desarrollar y aplicar tecnología de última generación en laboratorios de biotecnología y celulosa, invernaderos, patrimonio forestal y plantas industriales. Además, se encuentra vinculado al desafío de Arauco de Cero Residuos a 2030. Para conocer más del centro de investigación, su quehacer y cómo se trabaja en el mejoramiento del producto de la madera, conversamos con Cristian Barría, Investigador de Aserraderos de Bioforest.

 

¿Cómo nace Bioforest?

Bioforest es un centro de estudios de excelencia que nace en la década de los 90 producto del convencimiento y visión de Arauco en que la ciencia, la investigación y el desarrollo (I+D) son esenciales para garantizar la sostenibilidad en el largo plazo. Llevamos más de 30 años realizando I+D aplicada a las prioridades de los negocios, el área forestal, celulosa y madera, con foco en la productividad y sostenibilidad. Hacemos un trabajo colaborativo con investigadores asociados a universidades, centros tecnológicos nacionales e internacionales.

Actualmente se trabaja con la gran mayoría de las universidades del país, como la Universidad Católica, Universidad de Chile, Universidad de Concepción, Universidad Austral de Chile, Universidad de Talca, por nombrar algunas. En general, dependiendo de la temática, de la línea de investigación y del área, hacemos una conexión con alguna de las entidades, en donde el investigador a cargo o el líder del proyecto es quien busca los referentes, con quienes se hace contacto y después se trabaja en conjunto en función del tema.

 

¿Cuáles son las principales líneas de trabajo?

Como mencioné, Bioforest realiza I+D aplicada a las necesidades del negocio: forestal, celulosa y madera. Los lineamientos están enfocados en estas necesidades. Por ejemplo en:

 

Forestal

Área de sanidad y silvicultura: principalmente el manejo silvícola, establecimiento de plantaciones, en detección y control de plagas y enfermedades, entre otros.

Área de ecosistema y productividad: suelo, agua, clima, ciclo de carbono, biodiversidad, bosque nativo, restauración, productividad forestal.

 

Celulosa

Los esfuerzos están destinados a la reducción de consumo de agua, reducción de emisiones de CO2, entre otros.

En la industria de paneles, el desarrollo de adhesivos naturales, sintéticos modificados, diferentes a los que utilizamos actualmente.

 

Madera

Aserradero: reducción de costos de materia prima y de procesos y la protección fitosanitaria de productos de exportación.

 

 

¿Cuánto tiempo puede tomar desde que se inicia una investigación hasta que está aplicada en un producto o proceso específico en Arauco?

Depende del tema. En el caso de genética, podemos hablar de varios años, desde el momento en que se inicia la estrategia hasta que se tiene un genotipo seleccionado para ser operativo. Serían 10 a 15 años bajo los esquemas actuales de selección.

En el caso de la celulosa, paneles y aserraderos, son proyectos más a corto plazo. Dependiendo de la línea de investigación y proyecto, 2 a 3 años, en el mejor de los casos y algunos a 5 años. Todo va a depender de la problemática que queremos resolver y de la evidencia que existe en el mundo o el tiempo que nos demoramos en lograr y validar la evidencia requerida.

 

¿Cómo se relaciona el bosque con los productos para la construcción que ofrece Arauco?

Existe una relación directa entre las plantaciones, la industria y el producto final, tales como la madera aserrada, plywood (terciado), paneles, molduras, entre otros. Es importante destacar que desde el momento que se planifica el establecimiento de nuevas plantaciones intrínsecamente está definido el destino final de la materia prima y por ende, el producto final. En este sentido, estamos trabajando en conjunto con colegas del área forestal y maderas, en un proyecto denominado «Madera Estructural: disponibilidad actual y futura», en donde estamos identificando las variables de interés que impactan en su producción, por ejemplo, la zona de crecimiento, el tipo de manejo silvícola, la edad, la ubicación relativa del rollizo en el fuste, el tipo de madera, entre otros. Se están desarrollando modelos que nos van a permitir estimar la oferta potencial de madera estructural en el futuro y paralelamente se ha estado trabajando en la identificación y desarrollo de metodologías que nos permitan incorporar tecnología a la industria para segregar por ejemplo rollizos por densidad de la madera, destacando que esta variable es una de las más importantes que explican la calidad de la madera estructural.

 

¿Cuáles crees que son las ventajas y desafíos específicamente del pino radiata como material de construcción?

Lo primero en lo que pienso es en madera estructural. Pero antes, me gustaría dar énfasis en que la madera ha acompañado al ser humano a lo largo de la historia. Quizás indirectamente nuestros antepasados ya entendían la importancia y las ventajas de construir en madera, respecto a otros materiales. Ahora, las ventajas específicas de la madera, primero, indicar que es el único material de construcción cuyo uso ayuda a reducir el CO2 de la atmósfera, lo cual contribuye a mitigar los efectos del cambio climático. Es un recurso renovable e independiente de la especie, es la única opción verdaderamente sostenible y sustentable. Es y será el material protagonista en resolver la problemática de construcción en el mundo.

 

¿Cómo se puede mejorar la madera que no es estructural?

Hoy en el mundo existen técnicas, metodologías y experiencias, tales como modificaciones químicas y físicas de la madera, que podrían utilizarse para mejorar la calidad, que implica la acción física o incorporación química de un agente, sobre la madera que resulta en una mejora deseada de las propiedades físicas o mecánicas y una mejora en la vida útil, lo cual, sin duda requiere que este material tenga la posibilidad de ser reciclado y reutilizado.

Quiero mencionar que el pino radiata está catalogada por la normativa como una especie «no durable», esto significa que posee una vida útil esperada inferior a 5 años expuesta a la intemperie y en caso de estar en contacto directo con el suelo o el agua, esta vida útil puede disminuir de 2 a 2,5 años. Por lo tanto, al ser una especie considerada poco durable, la normativa de construcción chilena nos exige hacerle algún tratamiento preventivo, como por ejemplo la impregnación, que extiende su durabilidad al menos a 20 años. El cuerpo normativo de la construcción nos exige en uno de sus requerimientos que la madera sea preservada y el método más tradicional que existe en Chile y en el mundo es por vacío y presión, utilizando productos registrados y autorizados en el país, como CCA, CAB y Cobre Micronizado, entre otros.

En Bioforest hemos estado liderando proyectos en esta línea, en conjunto con colegas del negocio madera, con quienes tenemos algunas experiencias con resultados, donde hemos logrado demostrar que al utilizar tecnologías de modificación química de la madera via impregnación, podemos mejorar las propiedades físicas y mecánicas de esta y también su durabilidad natural. En la misma línea, también se ha trabajo en el desarrollo y validación de protocolos de producción de productos termo modificados.

 

Pensando en la madera que va a estar expuesta a la intemperie, ¿cuáles factores se deben considerar en su mantención y tratamiento para obtener el mejor resultado?

Existen dos alternativas normalizadas para determinar la durabilidad natural de la madera, uno, un estudio de campo, que por lo general, dura un mínimo de 5 años, y otra, un estudio acelerado de laboratorio, que tiene una duración promedio de 4 meses. En el primer tipo, se exponen las maderas a exposición directa a la intemperie y en el segundo, a condiciones aceleradas de temperatura y humedad, donde son sometidas a la acción de hongos o termitas, según corresponda.

Los factores más importantes son los factores abióticos, tales como la radiación, la humedad y la temperatura. En general, las variaciones de las condiciones meteorológicas por unidad de tiempo. Lo más relevante de una madera a la intemperie es la variación dimensional y la durabilidad natural, esta última según la norma chilena, es la capacidad que posee la madera para resistir el ataque de los diferentes agentes biológicos de destrucción, tales como hongos de pudrición e insectos como las termitas, y sin ningún tratamiento preservador. Como mencionaba, el pino radiata sin tratamientos dura menos de 5 años, por lo tanto, los esfuerzos tienen que estar orientados a aumentar la duración, que tenga protección a la radiación UV o el agrietamiento.

Claramente no es lo mismo realizar un proyecto en una u otra región. En el norte, por ejemplo, la principal preocupación podría ser la radiación, el ataque de termitas. Si se necesita que la madera no pierda color, es necesario utilizar un producto que permita mantener esa condición, el agrietamiento o la deformación de la madera también es relevante. En el sur, lo principal es la degradación, que no haya un efecto de la  pudrición.

 

¿Cuáles son los desafíos en torno a la masificación de la madera como solución constructiva?

Es necesario el aumento de la preferencia y el consumo de la madera en Chile, para ello, necesitamos seguir trabajando en el mejoramiento de la percepción del material por parte de los usuarios, en atributos como la calidad, la homogeneidad de los productos, protección y el tiempo de uso.

Dentro de los desafíos, los más importantes son:

 

  1. Mejorar y actualizar el conocimiento sobre las propiedades de la madera: es clave que los arquitectos, diseñadores y calculistas puedan utilizar el material de manera confiable con poca variabilidad. A mí parecer es el primer desafío que tenemos los productores de madera en Chile.

 

  1. Actualizar el marco normativo: relevante a la hora de darle y asegurar un buen uso al material. Aquí está todo el trabajo que están haciendo las entidades públicas y privadas en dar o actualizar una normativa al uso de la madera en la construcción.

 

  1. Especialización de profesionales, trabajadores y empresas: es fundamental compartir y masificar la información público – privada. Cuanto más personas especializadas existan, va a ser mucho más confiable la elección de la madera como material constructivo.

 

  1. Industrialización de los procesos productivos, la certificación y control de calidad: estos son los elementos importantes que nos van a permitir ser competitivos y asegurar un producto final de calidad y confiable en el tiempo.

 

De los elementos anteriormente mencionados, ¿en cuál crees que estamos más atrasados en el país?

En función de lo que me ha tocado discutir en distintas mesas en las que he estado, pienso que lo principal es generar, actualizar y masificar el conocimiento de la madera y que este sea traspasado a los arquitectos, diseñadores y calculistas. En la medida en que tengamos información confiable que contenga la variabilidad del material y las personas que toman las decisiones posean esta información, vamos a darle un horizonte amplio y confiable a la madera como material constructivo.

 

¿Cómo le explicarías a una persona preocupada por la sustentabilidad y la explotación de los recursos que la producción no representa una amenaza para el ecosistema?

La explotación de las plantaciones no es una amenaza y en eso quiero ser muy enfático. ¿Por qué? Porque en primer lugar la producción forestal en Chile proviene de una superficie baja del territorio nacional. En segundo lugar, un informe del Banco Mundial publicado en 2020 indica que aproximadamente el 70% de la madera producida en nuestro país, proviene de plantaciones establecidas con certificaciones internacionales de manejo sustentable y sostenible, es decir, no solo nos preocupamos del aspecto económico, sino también del aspecto social y medioambiental. Este porcentaje está muy cercano a países desarrollados como Alemania, Canadá y Noruega, entre otros. Este respaldo técnico nos da a entender que la producción forestal es sostenible y sustentable.

 

Por último, cuéntanos de este plan de cero residuos que tiene Arauco, a cumplir al año 2030

Corresponde a una de las grandes tareas que tenemos en agenda en Arauco y en Bioforest ya nos sumamos a este desafío. Estamos trabajando y colaborando en temas como el cambio climático, economía circular, ciclo de carbono, agua y biodiversidad por nombrar algunos, con académicos, investigadores, expertos de diferentes entidades, nacionales e internacionales. Estamos permanentemente buscando opciones de trabajo conjunto para aportar con las evidencias robustas que respalden el logro del desafío al 2030.